VG rinde homenaje a la ciudad de Venecia y a sus "briccole": los palos de roble que desde hace mil años guían a los barcos por las zonas navegables de la laguna.
Cada "briccola", al final de su vida útil, se sustituye y VG decidió honrarlos utilizando los postes retirados para fabricar un mobiliario único por su belleza y la magia de esta ciudad.
La consola Venezia mezcla el encanto de la madera, templada por el tiempo y la naturaleza, con el cristal, que imita la transparencia del agua, la reina de la ciudad.
Está hecha de dos capas de vidrio de 10+10 mm que albergan una fina sección de roble "briccola".
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