Con el aumento de las inundaciones, es esencial una protección eficaz. El calentamiento global está provocando precipitaciones intensas y persistentes, que ponen al límite las alcantarillas y los suelos. Además, la creciente impermeabilidad de los suelos está impidiendo la absorción natural de las precipitaciones, aumentando el riesgo de inundaciones en nuestras comunidades, edificios y regiones. Las viviendas situadas a lo largo de cursos de agua eran antes las más expuestas al riesgo, pero hoy en día las condiciones meteorológicas extremas hacen impredecibles los lugares donde pueden producirse inundaciones repentinas.
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