El proyecto del sillón Parigi nace del deseo de diseñar un mueble capaz de adaptarse a los entornos de vida y de trabajo. La respuesta de Aldo Rossi es un asiento sencillo, alejado de las pretensiones de eficacia, capaz de aportar confort e intimidad al entorno de la oficina. Aldo Rossi propone un sillón que parece tan rígido como la madera, pero que en realidad es suave y cómodo: un armazón de aluminio pintado de negro se completa con un asiento y un respaldo autoportantes de espuma de poliuretano con acabado de pintura roja. El sillón Parigi es una pieza icónica del diseño italiano.
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