Un objeto nuevo, inusual e híbrido. Un asiento a medio camino entre el taburete, el banco y la pared en el que nos apoyamos instintiva e informalmente mientras charlamos, tanto por teléfono como cara a cara.
E-quo tiene un asiento muy pequeño a una altura de unos 60 cm y, por tanto, está diseñado para el descanso temporal en posición semierecta.
La idea es llevar al entorno de trabajo lo que se suele hacer al aire libre cuando uno se "apoya" en una pared para hacer una llamada telefónica, tomar notas o navegar por Internet.
E-quo es, en efecto, el resultado de una sustracción: un asiento, un lugar de trabajo reducido al mínimo, sólo lo esencial para poder realizar nuestras actividades, porque a menudo el exceso de superestructuras representa una limitación inútil para la acción humana.
La intervención de diseño tenía como objetivo precisamente hacer el objeto más atractivo, cómodo y funcional sin traicionar su alma minimalista.
E-quo es también un lugar de libertad, un lugar para ocupar de forma consciente e instintiva porque permite una total independencia de interpretación y ocupación del objeto: sentarse, agacharse, apoyarse, estar de pie, montar a caballo o caminar esperando a que se cargue el teléfono. Todo es posible, todo está permitido. Incluso trabajar, escribir, comer, jugar en la encimera.
Banco de madera de haya multicapa instalado sobre viga y patas de acero, recubierto de madera maciza de fresno o roble.
Tablero de MDF recubierto de chapa de madera de fresno, bordes de madera maciza, instalado sobre una viga de acero fijada a patas de madera maciza.
---