El aireador forzado o sistema de ventilación dinámica se instala en la parte más alta del edificio y su funcionamiento se basa no sólo en el aprovechamiento de la energía eólica y la diferencia de presión, sino también en su motor integrado que permite conseguir la extracción de aire necesaria independientemente de las condiciones climáticas.
Este tipo de sistemas de ventilación son recomendados para instalaciones industriales donde la actividad en el interior requiere una rápida y fácil renovación del aire: presencia de humos, vapor, polvo o calor extremo.