Superficies tridimensionales y efectos geométricos.
El oblicuo se presenta en formato cuadrado de 15×15 con una superficie piramidal oblicua; esta configuración se presta a patrones de colocación en los que la geometría puede variar tanto por la posición de las baldosas en el esquema como por la rotación que asumen unas respecto a otras.
La luz crea juegos de luz y diferentes sombras en relación con la disposición de la superficie oblicua.
La gama de colores es muy articulada y a los clásicos blanco, gris y negro le añadimos matices más modernos como el verde oscuro y el aguamarina.
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