La clásica cocina rústica.
Los estantes abiertos, las cornisas, los tableros superiores y los bordes suavemente redondeados acentúan discretamente el carácter rústico de nuestra cocina rondo. Pequeños detalles lúdicos, como soportes para libros de cocina de madera maciza y elementos de nicho, completan el encantador aspecto de la cocina rondo. Aquí se hace hincapié en la manejabilidad y la funcionalidad. Por ejemplo, hay un armario superior con amplio espacio de almacenamiento para utensilios de cocina y otros utensilios ocultos tras una práctica puerta enrollable.
Todo un talento natural.
En nuestra cocina rondo la madera desempeña el papel protagonista. No es de extrañar, con tantos talentos: ayuda a regular la humedad y neutraliza los olores. Su efecto antibacteriano crea el entorno perfecto para almacenar sus alimentos de forma higiénica, y la madera también tiene propiedades antiestáticas naturales, por lo que reduce de forma natural el polvo doméstico.
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