Ame I, una sutil mezcla de tonos azules y grises, se inspira en el ritmo suave y el efecto relajante de la lluvia, como si el cielo hubiera impregnado el propio hilo. Los artesanos de Tai Ping se encargan de empenachar con maestría este diseño.
Inspirada en la filosofía wabi-sabi de Japón y en los refinados tejidos tradicionales, la colección Kiso se articula como un tríptico, en torno a tres partes distintivas pero perfectamente cohesionadas, cada una de las cuales refleja un elemento fundamental de la tierra.
En primer lugar está Mizu, el agua, esencial para toda vida y tan profundamente asociada a la emoción y la sutileza, transcrita a través de tonos de luz que se desvanecen en azules profundos, grises elegantes y marrones ásperos. Igual de vital, Kaze y el elemento más escurridizo de todos: el viento. Símbolo de sabiduría y apertura, lleva su místico remolino de sorpresas y se representa con una paleta de grises tormentosos y todos los matices del blanco. Por último, Daichi encarna todo lo terrenal y mineral. Grises mezclados con toques brillantes de colores, se organizan aquí en triángulos, allá en damero, evocando símbolos de fuerza, estabilidad y confianza.
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