Una discreta papelera de hormigón visto en tonos de color natural o antracita que, gracias a su sencillo diseño, puede instalarse tanto en contextos modernos como históricos. La robusta construcción de material sólido garantiza que la papelera sea muy resistente a los daños mecánicos externos. La forma lapidaria está definida por un cubo con base cuadrada, en la que se colocan cuatro pies regulables que permiten colocar la cesta en posición vertical. Existe una variante con techo con cerradura y un extintor y cenicero opcionales o sin techo con un marco de acero de color.
La cara es de hormigón fundido en un molde de silicona de clase C35/45. Las partes metálicas están galvanizadas y provistas de un barniz en polvo. Recipiente interior de plástico extraíble. En la parte inferior hay cuatro patas regulables en altura, a las que se fijan placas para su anclaje a la superficie.
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