En diciembre del 2012 este hotel abrió sus puertas en Kals am Großglockner, a una altitud de 1 350 metros. La arquitectura pura y rectilínea fascina de inmediato a los clientes que llegan a hospedarse allí. El CLT de abeto rojo del país aporta un ambiente acogedor a los interiores. La fachada está revestida de ripias de madera. El proyecto íntegro sigue criterios sostenibles, como se manifiesta por ejemplo en la planta anexa de madera triturada para la calefacción.