No hay nada más enigmático que el negro, pero son las extraordinarias vetas lo que embellece y hace inconfundible a este elegante mármol de Túnez. Las vetas blancas y doradas, regalan a Sahara Noir juegos sutiles de luces y sombras. Su presencia diseña entornos con un gusto exquisito y una elegancia excepcional donde es imposible ignorar su pura belleza por encima del resto. La versión invertida del mármol, da la pureza, y dota de luminosidad los espacios. Una vez mas, Black and White triunfa en todos los estilos.