La estética suave del movimiento y la fluidez del color definen Motus: signos dinámicos y a la vez aterciopelados, ligeros y femeninos, que cubren las paredes con una huella de ensueño. Líneas nunca rigurosas dejadas por los pinceles, con un efecto meloso de color que reposa sobre el lienzo para perfilar contrastes y trazos líquidos. Matices y motivos reproducidos a mano que evocan el mundo de la moda y sus preciosos tejidos. El juego de formas y colores, disponible en diversas variantes, se declina en una dimensión pictórica original y produce un cambio de perspectiva, con el que la diseñadora y artista milanesa expresa su propia firma estilística.
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