Este parquet macizo de punta húngara en bruto respeta la tradición de los antiguos parquets del siglo XVII.
La elegancia del estilo Haussmann vuelve con fuerza.
Procedente de una clasificación selectiva de la madera, el parquet es muy limpio, casi sin nudos, lo que le confiere toda su nobleza.
El hecho de que esté en bruto permitirá un acabado perfecto entre lamas y le permitirá elegir el acabado aceitado o barnizado, así como el color.
Su imaginación no tendrá límites.
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