Filamentos de hierro que contienen suavemente el soplo del maestro vidriero se inspiran en meridianos y paralelos. Circunferencias metálicas que moldean la forma blanda de esta esfera comprimida a los polos, que se plasma siguiendo el recorrido de la jaula. Esta última, de metal, sigue líneas simétricas y precisas: hexágonos y rombos que se expanden y distribuyen sobre la superficie vidriosa crean fascinantes patrones de sombras en el entorno.