Por la tarde, Dido Mykhas se apresura a trabajar: la gente de todo el pueblo le trae lizhnyks, alfombras de lana hechas a mano, para que las empape en el valylo, un barril de madera que se alza sobre el río con un enorme remolino de agua en su interior. Tras la inundación, todos los valylos del pueblo quedaron destruidos, así que Dido Mykhas fabricó uno por su cuenta. Ahora, las orillas del río de montaña están llenas de gente, y Dido Mykhas es recibido en todas las casas para comer albóndigas y sopa de setas, ser el padrino en las bodas y tener la primera palabra en la mesa.
Después del trabajo, Dido Mykhas se reúne con sus amigos: Dido Vasyl y Dido Pylyp. Van a los prados a observar a las ovejas que compiten con las nubes en blancura.
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