En una demostración de serenidad formal y eficacia funcional, Miguel Milá consiguió separar los tres elementos esenciales de toda lámpara: su estructura, sus componentes eléctricos y su pantalla. La fuente luminosa gira circularmente sobre el eje y puede ser subida o bajada como una bandera por un mástil.
Estructura en madera de cerezo, haya, nogal, roble natural o roble negro.
Pantalla rotatoria regulable en altura de cartulina blanca (difusor superior de metacrilato blanco opcional - sólo para bombillas de bajo consumo) o beige.
La pantalla se entrega con cable, portalámparas y sistema de sujeción a la estructura.
La lámpara se enciende y se apaga tirando levemente del cable.
En una exquisita demostración de inteligencia y buen gusto, esta representante de la familia TM (“tramo móvil”) se presenta como su versión más elegante, que el tiempo embellece. Una estructura metálica de dos tramos, junto una pantalla de metacrilato blanco permite subir y bajar la pantalla mediante la fuerza de un imán.
Estructura metálica cromada en la parte superior y negra en la parte inferior.
Pantalla de metacrilato blanco opal regulable en altura.
Interruptor on/off en el portalámparas.
Con una estructura de metal soportada por una base circular, la pantalla de lino blanco de la lámpara TMD se presenta como una vela que se iza en su mástil. Apagada o encendida, la TMD consigue aportar calidez al espacio. Otro ejemplo de la sobriedad atemporal de Miguel Milá.
Estructura metálica en níquel satinado.
Pantalla de lino blanco rotatoria y regulable en altura.