La obra propone ideas y formas de imaginar la arquitectura móvil.
Pinturas, obras sobre papel y objetos móviles e instalaciones configuran nuevas formas de percepción, geometría y habitabilidad
Miryana Todorova está interesada en construir un espacio que no puede entenderse del todo donde la perspectiva y la ilusión están en contradicción y donde el espacio encarna tanto un campo de profundidad como una forma móvil que avanza, casi volando en el espacio hacia el espectador.
Las pinturas más recientes forman parte de una serie llamada'Cuerpo extraño' que trata sobre las adaptaciones -no del todo adecuadas, sino que se consideran adecuadas, percibiendo una estructura o barrera, pero sin poder superar o cruzar al otro lado de ella, mientras que, al mismo tiempo, se intenta reformar el cuerpo para adaptarlo y adecuarlo al paisaje, pero luchando constantemente contra los prejuicios y las limitaciones políticas y sociales.
Las múltiples capas dentro de las pinturas construyen varios miradores y recortes que provocan la sensación de estar sumergidos y alejados del paisaje al mismo tiempo
El lienzo se convierte en el escenario para realizar intervenciones de vulnerabilidad, separación y torpeza. Las formas móviles en tránsito se amalgaman con los deseos disidentes de resistencia para demostrar la lucha constante con un mundo que avanza demasiado sobre la base de las diferencias y los conflictos, más que sobre la conectividad y la colaboración.
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