La simbiosis perfecta entre forma y versatilidad
Larga duración, facilidad de mantenimiento y máximo ahorro energético: nunca antes había sido tan sencillo unir los puntos fuertes del aluminio y del PVC. El recubrimiento de aluminio ofrece la protección perfecta contra las inclemencias del tiempo e impresiona por la casi ilimitada variedad de colores. Se pueden elaborar ventanas de modo personalizado prácticamente en todas las tonalidades de color: acabados de aluminio anodizado, colores RAL, mate o revestimiento de polvo de estructura fina, colores DB o NCS.
La Streamline con recubrimiento de aluminio está disponible en dos modalidades: recubrimiento con sistema de clips o mediante sistema de pegado. Este acabado no solo dará a sus ventanas un aspecto sofisticado, sino que también obtendrá la máxima seguridad, durabilidad y estabilidad.