Controlador de audio TBL-75

controlador de audio
controlador de audio
Añadir a mis favoritos
Añadir al comparador
 

Descripción

El TBL-75 es un control de volumen de sobremesa independiente de 126 vatios con toma de auriculares. Se conecta a las salidas de altavoz de un amplificador o receptor y puede conectarse a un par de altavoces o simplemente proporcionar control de volumen para un par de auriculares. Al conectar los auriculares se desconectan los altavoces de la habitación para escuchar en privado. Un conmutador de impedancia en el TBL-75 permite a los instaladores adaptar fácilmente la carga de varios pares de altavoces a la impedancia del amplificador sin necesidad de un selector de altavoces u otro equipo de adaptación de impedancias. Todos los controles de volumen Russound están fabricados con autoformadores de precisión para obtener un sonido de alta fidelidad, una excelente respuesta en frecuencia, sin acumulación de calor y una máxima transferencia de potencia del amplificador a los altavoces. Diseño independiente que puede colocarse en un escritorio, mostrador o sobre una mesa Controla un par de altavoces, auriculares o ambos Selecciona 11 pasos de volumen más apagado Permite ajustar la impedancia de hasta 16 pares de altavoces por sistema Los autoformadores de precisión garantizan una larga vida útil y un rendimiento superior Dimensiones de envío: 9.9" (ancho) x 2,5" (alto) x 8,8" (profundidad), (25,2 x 6,4 x 22,2 cm) Peso de envío: 1,1 kg (2,4 lb) Salida(s) de audio: Auriculares: toma TRS de 1/4" (6,35 mm) Conector(es): Terminales de resorte Respuesta en frecuencia: 20 Hz - 20 kHz, +1,0/-0,5 dB a potencia nominal Tipo de adaptación de impedancia: Autoformador Tamaño máximo del cable: 14 AWG (1,9 mm) Potencia admisible: 126 vatios de pico, 42 vatios RMS continuos por canal Impedancia de altavoz: Mín: 4 ohmios Control de volumen: 12 pasos, incluido Off; atenuación total 43 dB

---

Catálogos

No hay ningún catálogo disponible para este producto.

Ver todos los catálogos de Russound
* Los precios no incluyen impuestos, gastos de entrega ni derechos de exportación. Tampoco incluyen gastos de instalación o de puesta en marcha. Los precios se dan a título indicativo y pueden cambiar en función del país, del coste de las materias primas y de los tipos de cambio.