Juega con la geometría, con las piezas que encajan llenando huecos, enriqueciendo las superficies con su presencia.
Como imanes se atraen entre sí, conscientes de tener una ubicación precisa, de formar parte de algo, de contribuir a un resultado final irrepetible.
Cada colocación es única, como lo es cada pieza en esa posición exacta, en ese tamaño y formato comunicando sensaciones que surgen del color de la madera, de su grano y matiz únicos. Geometrías angulares, por tanto flexibles y limpias; baldosas con múltiples caras ortogonales y paralelas en un contraste de dinamismo y estatismo.
Difícil de definir; elemento potencial de un minimalismo ornamentado o de un simple juego revisado.
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