La rejilla S50 convence por su gran flexibilidad y se puede utilizar de manera universal.
Con las pasarelas algo más finas y, por lo tanto, más flexibles, el S50 se adapta al paisaje como una cota de malla y estabiliza la superficie. Además de la clásica estabilización de taludes y la protección contra la erosión, la ECORASTER S50 se ofrece también para aplicaciones medias y sencillas, como por ejemplo para estabilizar caminos de grava.