Después del aparador del mismo nombre presentado en 2022, los italianos Ludovica y Roberto Palomba han decidido ampliar la familia Velasca con un escritorio, un banco, una lámpara y una alfombra. “Los arquitectos tenemos la mala costumbre de colonizar el espacio bromean–. Queríamos crear ambientes domésticos caracterizados por la ligereza y el rigor en el lenguaje, siguiendo el estilo de Punt, para expresar alta calidad y artesanía en su realización. Nos gusta contar historias a través de los objetos y de cómo se relacionan entre sí”.
El escritorio y el banco parten del mismo concepto que el aparador, pero con diferentes usos. El primero se compone de un contenedor bajo de listones de roble macizo, pegados de forma artesanal en las puertas y los costados, y un sobre extensible (admite diferentes posiciones, es decir, la tapa puede moverse) con dos patas realizadas con un detalle en chaflán. El patrón vertical de las tablillas enfatiza la veta de la madera y se relaciona con la mesa casi en un juego de equilibrio. Del zócalo del aparador, nace a su vez el banco, con sendas patas y disponible con o sin cojín.
“La madera vuelve a ser la gran protagonista en las dos piezas principales. La alfombra de lana representa un auténtico jardín zen japonés con la idea de caminar sobre un elemento natural y la lámpara, realizada en lycra, es más bien un farol”, prosiguen.
Se trata de una serie arquitectónica y lineal, rigurosa y minimal, como todo lo que hace el dúo, pero no por ello renunciando a la calidez. Espíritu geométrico y reduccionista para una atmósfera completa en clave design.