Firenze se basa en un nuevo concepto espacial con su forma de ángulo obtuso fuera de lo común que proyecta el mueble en el espacio. La posición estática del clásico almacenaje contra la pared desaparece. “La voluntad del diseño fue aligerar la percepción del volumen de almacenamiento y sugerir nuevas funciones para el nuevo espacio libre creado. La ligereza general se acentúa con los laterales de vidrio que muestran su contenido”. Su tapa tiene una confección manual de chapas de roble que se unen en el vértice y cuenta con luz interior que se activa mediante la apertura de puertas y hasta con un sensor de movimiento.