por Romeo Sozzi
Un secretario diligente
Victor, refinado por los materiales y los detalles, se compone de dos elegantes escritorios, con un alma femenina y un nombre masculino.
La mesa descansa sobre una estructura de bronce, cuyo ligero movimiento contrasta con la linealidad del tablero, que además de la madera presenta preciosos revestimientos - pergamino y galuchat. Un cuenco de lápiz de bronce se "hunde" en la parte superior.
El escritorio con cajones tiene una base de bronce y una persiana en madera de morado, para ocultar los objetos más íntimos.
El discreto obturador desaparece cuando la mano saca el escritorio. El interior de los cajones está cubierto de cuero.
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