No se fíe de su pequeño tamaño, el electrolizador Chloé muestra su potencia al conocer sus características.
Funciona por electrólisis de la sal que previamente se ha agregado al agua de la piscina. Desinfecta con eficacia sin olores, sin productos químicos y es respetuoso con la piel.
Funciona desde 3,2 g/L de sal en el agua y existen 4 versiones para piscinas de 25 a 115 m3. Chloé se distingue por sus diferentes modos de funcionamiento (automático, hibernación o cloración de choque) y su panel de control intuitivo, pero, de manera especial, por su célula de titanio autolimpiante por inversión de polaridad.
Su mantenimiento es un juego de niños gracias a sus diferentes sensores. Estos permiten parar la electrólisis si la tasa de sal o el caudal de agua son demasiado bajos, protegiendo así la célula.
Por otra parte, Poolex ofrece un módulo de detección automática de cubiertas, para limitar de manera automática la producción de cloro cuando la piscina está cerrada.
- Desinfección natural sin agregar productos químicos
Célula para autolimpieza de larga vida
Baja salinidad 3,2 g/L
Sensor de cauda incluido
3 modos de funcionamiento
Alarma de nivel de salinidad superior e inferior
Su célula de recambio se comercializa al por menor
La desinfección por electrólisis es un proceso químico que permite transformar la sal del agua en agente desinfectante (iones de hipoclorito). Este hipoclorito se vuelve a convertir en sal cuando entra en contacto con compuestos orgánicos (bacterias, células) o con la luz, renovándose así el ciclo y pasando de nuevo por el electrolizador.