La inspiración detrás del excéntrico y original detalle que es el común denominador de la serie Baio se remonta a Islandia. Fue la imagen icónica de una manada de caballos la que dio a los diseñadores la idea de ajustar las patas de las mesas con una pezuña de forma afilada y alargada. Este detalle le da al diseño un aspecto fuera de lo común y hace que la pieza sea más evidente. El equilibrio compositivo resultante es refinado y delicado. En la versión con el tablero redondo, la única pata central está sujeta a una placa de soporte circular, que tranquilamente da estabilidad a toda la pieza. Otra de las características distintivas de Baio es la considerable variedad de formas y tamaños disponibles, complementada con un amplio margen para la personalización con una selección de materiales, colores y acabados.
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