Esta colección se inspira en el pintoresco pueblo de Onna, en Okinawa, un lugar que representa la serenidad y la belleza de los paisajes costeros de Japón.
Con 170.000 ciclos Martindale, Onna destaca por su resistencia excepcional, sin renunciar a un tacto suave y agradable. Su doble ancho la convierte en una opción ideal para tapicería, cortina y decoración, mientras que su amplia paleta de 18 colores abre un abanico de posibilidades para crear ambientes llenos de estilo.
Un tejido versátil que conjuga estética y funcionalidad, infundiendo la esencia de la naturaleza japonesa a los interiores.