Inspirado por las faldas plisadas de los años 70, la butaca de ALFAMA es, indudablemente, el exponente máximo de la sofisticación. Sus dimensiones aumentan comodidad y su forma, aunque sea delicada, crea impacto. Puede ser dicho que este artículo casi es una obra de arte, no sólo por el hecho de que es todo hecho a mano, pero también por los materiales que se aplican en él.
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