BUDOS PRECIOSOS
Tres mil seiscientos veintiocho perlas, un solo hilo. Cándidas pantallas que recuerdan a preciosos capullos cuyo diseño combina la delicadeza y la fuerza de una floración plena, deteniendo el tiempo un instante antes de que se produzca. Una forma de preservar su belleza, que ya no es efímera: la premisa de un verdadero y genuino "hanami" privado.
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