En los bosques de Eslavonia, es fácil toparse con troncos de viejos árboles "muertos" a veces en pie o tumbados en el suelo, a menudo con formas extrañas:
se trata de plantas muertas, por diferentes motivos, que Garbelotto recupera y valoriza realizando extraordinarios y fascinantes suelos de madera con tonalidades únicas.
Estos árboles, de hecho, ya han perdido toda la savia dando origen a matices con tonos peculiares, particularmente indicados para espacios que quieran realzar la belleza natural de este material.
Con este producto se consigue una doble función ecológica: mantener la madera limpia y dar una segunda vida a la madera.
La línea Xilema, por tanto, desarrolla un material extraordinario que confiere a la estancia en la que se coloca una elegancia particular e intemporal.
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