Obra en vidrio transparente y calcedonia, trabajada a mano alzada sobre una puntita en vidrio macizo. Rectificado y pulido a mano una vez frío.
Particularmente difícil de realizar, el vidrio de calcedonia tiene la peculiaridad de unir la esfera de vidrio canónico con sales de plata y otros óxidos colorantes: este extraordinario proceso químico, junto con el talento de los Maestros de Murano, permite la creación de maravillosas obras en las que un fondo opaco se vierte con encantadoras sombras cálidas y oscuras, una verdadera turbina de luces y sombras capaz de deslumbrar incluso los ojos del observador más experimentado.
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