A veces el lujo es simplemente la posibilidad de renunciar a lo superfluo. Elegir lo que nos gusta. Llevar la belleza y la calidez de los adoquines de los patios mediterráneos a su casa y poder caminar sobre ellos todos los días. Tal vez descalzo. Déjese encantar por la magia de los colores neutros y envolventes y descubra, en algún rincón escondido, detalles nunca vistos. Sorpréndase de cómo un material moldeado a lo largo de los siglos por la naturaleza y las inclemencias del tiempo puede convertirse en el elemento clave, el fondo unificador, de una casa elegante y contemporánea.
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