Encarnando la emoción de la velocidad, el Newman es un elevado homenaje a la edad de oro de los caballeros del volante. La impecable estructura de la pieza es engañosamente sencilla, pero innegablemente llamativa. La minuciosa tapicería y las costuras llevan la marca de la verdadera artesanía. Sus sensuales líneas se ven realzadas por los inmaculados toques metálicos. El Newman aporta una tangible sensación de movimiento al entorno de un bar.
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