La sutileza del cabecero Land viene acompañada de evocadores recuerdos de tierras labradas, con juegos rítmicos y matices que se materializan en sus relieves y plisados. Con estudiadas proporciones, la estructura de madera enmarca a ambos lados el tapizado antojándose, a su vez, a una fachada arquitectónica. Una dualidad en la que geometría del paisaje y la arquitectura se aúnan conceptualmente en un diseño tan sencillo como evocador.