Un himno a la pureza estética, como los sólidos perfectos.
El corte 45° es un desafío a la normalidad, desafío ganado a través de un trabajo de prestigio absoluto. El resultado es un conjunto de líneas que forman la síntesis de sobriedad y finura, para un lugar exclusivo, elegante, limpio. Sin olvidar la función principal de una cocina, por explotar gracias a la isla bien equipada.
Resistente como el vidrio.
Frentes y paneles laterales de vidrio templado, ofrecen una resistencia inesperada, no sólo a los arañazos.
Y la luz se multiplica.
Noble come el acrílico.
Una encimera de acrílico, con efectos de pureza inimaginables , garantiza la solidez necesaria a la prisa y a las inatenciones, ya que, si cocinar es un arte, poderlo hacer en libertad es una conquista.
La precisión del corte 45° se refleja en cada detalle, que no pasa desapercibido y se muestra como un elemento valioso que hace único todo el mosaico.
El diseño minimalista no sacrifica la funcionalidad; cuando el proyecto es racional, una isla de belleza puede incluir espacios infinitos.
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