La superficie metálica sirve de soporte para la impresión de marcas y signos, muy similar a las rocas firmadas por los antepasados prehistóricos en el pasado.
De este modo, la materia conserva un verdadero código lingüístico a través de la intervención humana.
Las decoraciones se representaban de forma estilizada y convencional también durante el Neolítico, por lo que se consideraban simplemente motivos geométricos: el triángulo simbolizaba la vida, el rombo las semillas en el campo, la columna (línea) la fuerza vital y el círculo el sol.
La materia se rayaba y raspaba en el pasado, pero ahora será tratada por la artesanía con una alternancia de pulido y mate en diferentes niveles. Este proceso creará signos geométricos de interpretación instintiva y contemporánea.
MATERIALES : Estructura de hierro barnizado en negro RAL 9005. Base y tapa de latón natural cepillado y pulido
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