Los materiales, las técnicas evolucionan y las lámparas también. La TXL ha logrado iluminar de manera excelente el exterior con la misma calidez como si de un interior se tratara. Pero “todo tiene que cambiar para que siga igual” y así se revisa para aparecer con una nueva pantalla textil. Este nuevo material soporta mejor las condiciones climatológicas adversas y presenta una lámpara de apariencia dúctil pero sólida y contundente. La nueva TXL quiere llenar el espacio con su propia luz; su estética es impactante por sus dimensiones pero es el material textil el que permite que la luz atraviese su pantalla y vibre.
Otro cambio que el diseñador le concede es la base, ahora de hormigón colado, logrando que sea más nítida y de una sola pieza. Resistente y colosal, la TXL prospera pero en esencia sigue siendo la misma y continúa cumpliendo con su cometido: Mudar la luz acogedora de un hogar al exterior.