Breve historia del zellige marroquí
El zellige, un azulejo de cerámica vidriada, es mucho más que un elemento decorativo. Es un azulejo tradicional marroquí fabricado con arcilla de Fez. Una primera cocción le confiere su rigidez, y a continuación se esmalta en la superficie.
Simboliza el arte y la arquitectura marroquíes, combinando elegancia y refinamiento. Originaria de Marruecos, esta baldosa de terracota tiene una larga historia que se remonta siglos atrás. Antiguamente se utilizaba para adornar palacios, mezquitas y residencias reales.
Los artesanos marroquíes, expertos en cerámica, solían cortar cada pieza a mano, creando mosaicos con motivos geométricos y florales que reflejan la delicadeza del arte islámico.
La evolución del zellige
Con el tiempo, el zellige se ha convertido en un símbolo de la arquitectura morisca. Está presente en monumentos famosos como la Medersa Ben Youssef de Marrakech y la Mezquita Mayor de Casablanca. A pesar de sus raíces históricas, el zellige no ha perdido nada de su atractivo y se adapta fácilmente a los gustos contemporáneos. Ahora encuentra su lugar en espacios modernos como cocinas, cuartos de baño o terrazas, conservando su encanto tradicional.
Zellige marroquí: Una decoración de pared
Los azulejos de Zellige tienen ahora su lugar en todos los interiores. En una cocina, por ejemplo, añaden un toque de calidez y pueden utilizarse para crear un elegante salpicadero. Las variaciones de color y el brillo natural crean un ambiente único.
Zellige tiene la ventaja de ser fácil de limpiar. Basta con pasar una esponja, por lo que es ideal para salpicaderos, incluso detrás de los fogones, o en cualquier lugar donde el mantenimiento sea una prioridad.
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