Una esponja real del mar empapada del color que protege, muy suavemente, las tejas. Es la mano limpiada con esponja que crea decoraciones diáfanas, pieza por pieza. Para repetir sensaciones de la eternidad, de nubes, del aire ligero. Esta técnica muy antigua, muy antigua, da el lugar, de la teja para tejar a diversos matices de la luz y de la oscuridad que den a la superficie, alternación agradable del color.
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