Una curva elegante dibujada por líneas armoniosas. Curvé es una luminaria de pared, que deja un signo matérico indeleble con su cuerpo de aluminio pintado blanco, gris cemento o Corten, o de madera en las variantes wengé y cerezo, o también con el metal con acabado níquel cepillado. El difusor de polimetilmetacrilato satinado blanco encierra toda la potencia de la luz con LED, aunque Curvè existe también con fuente halógena o fluorescente. El aplique se presenta en varias dimensiones para imprimir un toque personal de originalidad a la decoración de ambientes residenciales y de estructuras hoteleras.