Misterio, lujo y sofisticación a partes iguales. Elegancia que transmite el mármol Negro Canfranc a base de sencillez y sutileza, como si de una obra de arte se tratara.
Lujo y embrujo. Éste es un material envuelto en un halo de misterio que le confiere un encanto especial. Además de vestir suelos y paredes, el mármol Negro Canfranc ofrece unas posibilidades ornamentales fantásticas, como chimeneas de magnífica factura. Válidos para muchos tipos de ambientes: desde los minimalistas más puros, sencillos y sutiles hasta el inquietante y siempre relajante ambiente zen, pasando por el estilo loft, donde los espacios diáfanos se adueñan casi de forma interminable ante los ojos. No en vano, su intensidad se intensifica mucho más cuando sus vetas blancas se concentran y refleja miles de destellos como si de una estrella fugaz acabara de pasar en medio de la noche.