La forma grande y amorfa de este espejo decorativo parece un tranquilo lago de montaña en las alturas del Himalaya. El elaborado marco está fundido en un proceso de moldeado en arena y, tras un cuidadoso tratamiento de la superficie, se le da un baño de níquel plateado brillante. Para fijar el espejo, se cuelga un listón metálico en la pared, sobre el que luego descansa el espejo de forma segura. Para el mantenimiento del marco basta con un paño suave ligeramente humedecido.
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