Los colores sutilmente abigarrados de Balder aportan una suavidad acogedora a los muebles tapizados. Diseñada originalmente por Fanny Aronsen y recoloreada por Raf Simons, Balder está tejida con varios tonos diferentes de hilo en un patrón de tejido aparentemente irregular que crea sutiles fluctuaciones de color en la superficie de la tela.
Las tonalidades clave de Balder, que van de lo fresco y direccional a lo clásico y rico, se basan en verdes, grises, morados, rosas y amarillos. En algunos casos, el color base se combina con una nota de color superior -en uno, un rosa se entrelaza con un naranja vibrante, en otro, con un verde vibrante- con resultados refrescantes, pero sorprendentemente discretos.
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