Tonos oscuros, fondos llenos y cortes arquitectónicos conviven en un entorno que acoge, guardando las distancias para descubrirse poco a poco. La solidez de los espacios y del mobiliario se ve deconstruida por los grandes ventanales, desde los que se puede admirar el perfil decidido de un skyline que sigue su curso en el interior, dibujando una ciudad a la medida del estilo de vida de sus habitantes.