Cada alfombra Jan Kath puede diseñarse individualmente en cuanto a tamaño, formato y materiales. Incluso las colecciones pueden combinarse entre sí mediante una especie de sistema modular.
La suerte tiene rostro en China: El dragón, venerado durante milenios en el Reino Medio. Se le considera el antepasado de la humanidad y el soberano del agua; determina las estaciones,
el tiempo y, por tanto, las cosechas.
Aún hoy, los niños nacidos en el año del dragón se consideran especialmente afortunados. Así que no es de extrañar que esta legendaria criatura sea un componente habitual en el arte y una imagen tradicional en distinguidas alfombras.
Inspirado por sus viajes a Pekín, Shanghai y ciudades imperiales como Xi'an, Jan Kath descubrió antiguas representaciones de dragones para su obra y las interpretó en la colección East
de una forma moderna.
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