La delicadeza de esta composición floral, como si estuviera situada en la orilla del mar, se debe al discreto montaje de pequeñas rayas onduladas que juegan con los racimos de flores delicadamente dibujados. Este papel pintado es como una oda a la alegría y a los placeres del baño en el mar.
Los atrevidos zigzags se han convertido en uno de los motivos emblemáticos de la marca Isidore Leroy.