En el extremo norte de Canadá, la naturaleza salvaje nos encanta. En el límite del bosque, una gran llanura nevada se extiende hasta la ladera de la montaña. Observa y escucha el susurro de las hojas, el canto de los pájaros en el silencio invernal y el crujido de las pisadas en la nieve.
Martine Dubreucq e Isabelle Parmentier nos llevan una vez más a los grandes espacios que aman para contemplarlos e interpretarlos con poesía y pasión. Una técnica de lápiz y bolígrafo realzada con toques de acuarela.