La vermiculita es uno de los minerales más singulares del mundo. Se trata de un silicato de magnesio y aluminio hidratado, ligero, inorgánico (incombustible), comprimible, altamente absorbente y no reactivo, que se utiliza en miles de aplicaciones, como los suelos para macetas y las mezclas de cultivo.
La vermiculita se utiliza en miles de aplicaciones, desde suelos para macetas, hormigón ligero, materiales de construcción para la protección contra el fuego, aplicaciones intumescentes, como material de embalaje aprobado por la ONU para el transporte seguro de líquidos peligrosos, texturizadores en pinturas y revestimientos, y más recientemente como nanocompuestos para películas, revestimientos y aplicaciones de barrera. Cuando se somete al calor, la vermiculita tiene la inusual propiedad de exfoliarse o expandirse en trozos parecidos a los de los gusanos (el nombre de vermiculita deriva del latín "vermiculare", que significa criar gusanos).
Esta característica de exfoliación, base del uso comercial del mineral, es el resultado de la separación mecánica de las capas por la rápida conversión del agua contenida en vapor.
El aumento de volumen de las calidades comerciales es de 8 a 12 veces, pero las escamas individuales pueden exfoliarse hasta 30 veces. Durante la expansión se produce un cambio de color que depende de la composición de la vermiculita y de la temperatura del horno.
La densidad aparente de la vermiculita cruda o del concentrado de vermiculita es de 640-1120 kg/m³ y la de la vermiculita exfoliada o expandida es de 64-160 kg/m³
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