Como es sabido, el consumo de energía debido al calentamiento del agua doméstica es muy elevado. En algunos casos de uso colectivo (hoteles, balnearios, centros deportivos, etc.), la energía utilizada para calentar el agua para uso doméstico es mayor que la utilizada para calentar la vivienda. Recuperar una parte sustancial de esta energía dispersa en el medio ambiente a través de los desagües de aguas residuales es un ahorro importante, tanto para el usuario como para toda la comunidad. Además, todo intento de reducir el derroche de energía es también una señal de respeto por el medio ambiente en el que vivimos. Los recientes reglamentos y directivas europeas (FER) sobre la conveniencia de aumentar su cuota de energías renovables exigen que adoptemos tecnologías basadas en el uso de energía natural (térmica, solar, etc.) y en la recuperación de calor.
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