La elegancia de Madame se expresa a través de una lámina de luz que divide el espacio, un signo delicado para espacios donde la primera impresión debe suscitar emociones. Madame y Monsieur dialogan a menudo entre sí. Desde que se conocieron se llevan muy bien, quizá por su grosor común o quizá por la luz lateral que ambos comparten.
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